Para contruir el programa objeto real del sistema operativo mediante este punto de vista, uno compila en forma individual los procedimientos o los archivos que contienen los procedimientos y después los enlaza en un solo archivo objeto con el ligador. En términos del ocultamiento de la información, esta es prácticamente nula: cada procedimiento es visible a los demás (en constraste con una estructura en módulos o paquetes, en la que la mayoría de la información es local de un módulo y donde sólo los datos señalados de forma expresa pueden ser llamados desde el exterior del módulo).
Sin embargo, incluso en los sistemas monolíticos es posible tener al menos algo de estructura. Los servicios —llamadas al sistema— que proporciona el sistema operativo se solicitan colocando los parámetros en lugares bien definidos, como en los registros o en la pila, para después ejecutar una instrucción especial de trampa de nombre llamada al núcleo o llamada al supervisor.
Esta instrucción cambia la máquina del modo usuario al módo núcleo —también conocido como modo supervisor— y transfiere el control al sistema operativo. (La mayoría de las UCP, es la encargada de controlar todas las actividades que ocurran en la computadora, tienen dos modos: el modo núcleo para el sistema operativo, en el que se permite todas las instrucciones; el modo usuario, para los programas del usuario, en donde se permiten E/S y ciertas instrucciones más).
El sistema operativo examina entonces los parámetros de la llamada, para
determinar cuál de ellas se desea realizar. A continuación, el sistema
operativo analiza una tabla que contiene en la entrada k un
apuntador al procedimiento que realiza la k-ésima llamada al sistema.
Esta operación, identifica el procedimento de servicio, al cual se le llama.
Por último, la llamada al sistema termina y el control regresa al programa
del usuario.